Edwin y Layla crecieron como amigos de la infancia. Su relación empezó a cambiar con la edad. "Enséñame a masturbarme". Layla, que se enamoró de Edwin, quien se comportaba como un cachorro dócil, accedió a regañadientes y poco a poco se acostumbró a los placeres indecentes que le proporcionaba. Entonces, un día, Layla se encontró con un monstruo de ojos verdes en la bañera de Edwin... Layla. No tienes que pensar en nada. Soy el único que puede destrozarte las entrañas y hacerte sentir...
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