“¿Te atreverías a mentirle a un dios?” "Tú también finiste durante años ser una sierva leal y pura ante tu antiguo amo. Aunque al mismo tiempo albergabas deseos impuros hacia su hermano". “……” “Así que… ¿qué importancia podría tener para ti mentirme a mí también?” Dafne, hija del dios del río Peneo y sierva virgen de la diosa Artemisa, osó albergar un amor prohibido hacia el dios del sol, Febo Apolo. Una ninfa desdichada, que aún después de jurar castidad ante su diosa, no pudo ocultar sus sentimientos. Un hermoso dios que jugaba con ella entre el capricho y la indiferencia. “Así como la flecha de Febo atravesó el corazón del monstruo, la tuya atravesará el suyo.” Pero el inicio inesperado de aquel amor fue, como siempre, una pequeña flecha lanzada por un joven dios. "Así como él mató al monstruo, tú podrás matar su corazón. Eros." Hacia Febo voló una flecha dorada que encendía el amor eterno; Hacia Dafne, una flecha de plomo que despertaba el más terrible odio. Desde aquel día, todo se trastocó.
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